lunes, 26 de abril de 2010

Y despierto cuando mi protectora de verde fosforescente estalla en llamas, un foco en la cabaña del cerro más verde hace añicos mi adicción a la distancia. Me alejo al otro mundo...
Un mundo donde tú no existes, un mundo hostil para tu espíritu aventurero. ¿O compartes la eternidad del alfiler en tu espalda?

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